17 may 2010

Produccion científica-2010

Este año se publicó en la Revista Acta Gastroenterológica Latinoamericana un artículo que muestra claramente como los resultados de un trabajo especializado y coordinado entre los diferentes especialistas mejora los resultados para el paciente. En este trabajo se demuestra que nuestro equipo de trabajo ha logrado alcanzar los estándares de calidad internacionalmente aceptados para centros de referencia mundial en cirugía de hígado. Presentamos aquí el resumen del artículo y su referencia en internet (página de MEDLINE-PUBMED: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20446392 ).




Antecedentes. Los resultados y la calidad de la asistencia se relacionan con la atención en servicios especializados y con el trabajo en equipos multidisciplinarios. Objetivos. Describir la evolución de la práctica anestésico-quirúrgica y los resultados en un Servicio de Cirugía Hepática durante la consolidación del trabajo multidisciplinario y la centralización de la cirugía. Métodos. Se describió retrospectivamente el tipo de cirugía, la técnica anestésica y los resultados en 68 pacientes operados en nuestro servicio entre febrero del 2004 y diciembre de 2007. Durante ese período se fortaleció el trabajo en equipo, se implementaron protocolos y se centralizó la atención en el mismo equipo anestésico-quirúrgico. Resultados. Cincuenta y un pacientes (75%) presentaban hidatidosis hepática. Diez cirugías (15%) fueron resecciones mayores; 20 (29%) menores; y 38 (56%) quisto-adventicectomías. El número de pacientes operados tiende a aumentar: 2004 (n=13); 2005 (n=14); 2006 (n=18); 2007 (n=23). El 87% de los pacientes se operaron con anestesia combinada: general-epidural (n=49; 72%) o general-espinal (n=10; 15%). La técnica epidural torácica pasó del 0% en el 2004 al 59% en el 2007. El 62% de los pacientes sangraron menos de 500 ml y se transfundieron el 28%. El promedio del volumen transfundido (1.120±618mL) fue el 12% del documentado en 1998. No existieron re-intervenciones ni mortalidad. La internación en el Centro de Tratamiento Intensivo (CTI) descendió significativamente del 85% (2004).

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