El día 8 de diciembre el servicio el Dr. Barroso, Director del Programa de Trasplante Hepático del Hospital Curry Cabral de Lisboa (Portugal) visitó nuestro servicio de Enfermedades Hepáticas del Hospital Central de las Fuerzas Armadas. Su visita fue una instancia importante para nuestro equipo: se intercambiaron opiniones en relación a trabajos de investigación realizados en nuestro servicio, se dio un gran impulso al programa de Trasplante Hepático de Uruguay y se fortalecieron los lazos académicos y fraternales entre ambas instituciones.
Están a cargo de la Asistente Social María del Carmen Vigñoli. La intervención profesional se desarrollafundamentalmente en las instancias de pre trasplante de hígado,y post trasplante valorando percepción y significación de la enfermedad para el paciente, condicionantes familiares y contexto social en el que se desenvuelve. Promoviendo su capacidad de autogestión personal, el apoyo familiar y redes de soporte social para el logro de una mejor calidad de vida.
También se brinda apoyo a pacientes y familiares de pacientes con enfermedades hepáticas crónicas que no están en lista de trasplante hepático pero que requieren de esfuerzos económicos y sociales considerables para cumplir con el tratamiento y los estudios diagnósticos indicados por los médicos.
Los pacientes que tienen un apoyo familiar ysocial cumplen mejor los tratamientos indicados y la incidencia de rechazo de los hígados trasplantados así como de las complicaciones disminuye notablemente.
Esta actividad es fundamental para facilitar las gestiones familiares y sociales de los pacientes enfermos crónicos y mejorar su adherencia al tratamiento; ello sin duda mejora los resultados y la calidad de la atención.
Nuestro equipo de cirujanos, anestesistas, hemoterapeutas y de personal de enfermería está altamente capacitado para realizar cirugías de gran complejidad.Los resultados obtenidos en cuanto a complicaciones, mortalidad y tiempo de internación en Hospital, son comparables a centros de primer nivel internacional (como se demuestra en los trabajos científicos publicados y presentados en congresos en los últimos 3 años).
Además el número de pacientes que requirieren la administración de sangre y que deben ingresar al centro de terapia intensiva luego de la cirugía se ha visto reducido en un 90% y 75% respectivamente en los últimos 4 años debido al entrenamiento del equipo y al trabajo en conjunto de los médicos de diferentes especialidades.